Por suerte, me pasa poco; y también, cuando me pasa, la vida misma se encarga de llevarme hasta biografías de grandes artistas que no sólo me recuerdan que son grandes por su talento, sino por su tozudez, por su pasión, por las horas de vida que le han puesto a su arte, por la cantidad de veces que se han caído y levantado.
Jimmy Liao (Taiwán, 1958) es un ejemplo de esto.
Después de una brillante trayectoria como publicista, de pronto, y con cuarenta años, es diagnosticado de leucemia.
¿Qué hace Liao? ¿Se va a su casa y se deprime? ¿Sigue trabajando en publicidad?
No.
Liao abandona la agencia y desde entonces se dedica por entero a hacer libros para niños y adultos.
Libros que no son nada de sencillos y superficiales, y que se hacen grandes preguntas acerca de la vida.
Hasta hoy, lleva 17, traducidos a muchos idiomas e incluso adaptados al cine.
De regalo, nada: puro mérito!
No hay comentarios:
Publicar un comentario