Los sueños de Miguel Gallardo

Hace muuuuuuuuuuchos, muchos años (recuerden que tengo Canas Verdes!), estudiando diseño gráfico, un amigo me prestó un comic que me hizo reir a carcajadas, sobre todo porque terminaba invariablemente con la abuela del protagonista gritándole toda clase de improperios; era como la versión vieja, barriobajera y madrileña del Capitán Haddock en sus clásicos ataques de cólera (que también me hacía reir a carcajadas, de niña).

Por supuesto, y como suele ocurrir con estas cosas, no podía recordar ni el título del comic, ni menos el nombre del autor; sólo, y muy vagamente, que estaba escrito siguiendo la estructura de Little Nemo, pero aquí el protagonista se drogaba (o dejaba de drogarse?) y por eso tenía sueños.

Así que imaginen mi emoción cuando el otro día, al entrar a la página de Miguel Gallardo (Lérida, 1955), cuyas portadas de libro siempre me han llamado la atención por ese estilo suyo, tan elegante pero tan cercano, y me encuentro ahí con (ahora ya lo sé) "Los sueños del Niñato"!!!!!!

El corazón me dio un brinco, como cuando uno se encuentra algo que ha creído perdido para siempre.

Así que déjenme empezar de nuevo: Miguel Gallardo es un destacado y emblemático historietista español que durante los ochenta, en plena movida y con Almodóvar comenzando a ser reconocido, hizo historia, sobre todo en el género under, creando personajes como Makoki, El Niñato, Perro Nick, Perico Carambola, etc.

A partir de los noventa se dedicó más a la ilustración, en editorial y prensa, pero en el 2006 y el 2007 vuelve a la historieta, concretamente con Tres viajes y María y yo (esta última trata sobre la relación del autor con su hija, niña autista de 12 años, y ha recibido el Primer Premio Nacional de Cómic de Cataluña, además de haber sido trasladada a la gran pantalla).

¡Realmente, un dulce reencuentro!
Ahora, sólo me falta conseguirme una copia del cómic...!!!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aclaración al cierre: como estos medios se prestan para la malienterpretación, quisiera dejar en claro que no me causa nada de risa el tema de la drogadicción, por favor!
Me reía con la historieta, que era muy ácida y muy delirante (y lo explico porque el otro día en un debate se me ocurrió comentar que ser madre es un trabajo muy duro y una mujer se ofendió profundamente porque ella no lo era y no podía serlo!).