“Es verdaderamente difícil saber exactamente lo que hay dentro de uno mismo,
más difícil aún es escribirlo, pero todavía lo es más dibujarlo.”
Roberto Innocenti
Hablar de Roberto Innocenti (Italia, 1940) es hablar de uno de los grandes, es hablar de un maestro.
Este artista, que durante su adolescencia fue obrero de una fundición de acero, llegó, a los 18 años y sin haber cursado ningún estudio artístico, a trabajar a un estudio de animación en Roma.
Allí hizo principalmente carteles e ilustraciones; mientras, en coautoría con Christophe Gallaz, realizaba Rosa Blanca (1985), un libro infantil donde contaba la historia de los campos de concentración y el exterminio nazi de un modo absolutamente transgresor.
Debido a las dificultades que encontraba en su búsqueda de un editor para publicarlo, Innocenti había relegado este proyecto casi al olvido; sin embargo, y casi por casualidad, se lo mostró al editor y también gran ilustrador Étienne Delessert, forjando para siempre una brillante carrera como ilustrador de libros infantiles.
Los libros de Innocenti son sorprendentes.
Cada ilustración, con sus detalles y su virtuosismo, no sólo representa una situación: cuenta una historia.
Quizás esa es la mayor virtud de Innocenti: siempre deja una pregunta en el aire, unos puntos suspensivos y uno logra imaginarse muchos posibles relatos...
Además de muchos otros importantes premios, en el 2008 Roberto Innocenti fue el ganador del Premio Hans Christian Andersen, en la categoría ilustración, por la totalidad de su obra.
Me gusta mucho este artista y creo que has hecho una entrada muy buena. ¡Gracias! :)
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