Antes de partir a Santiago les dije que a la vuelta de la clase magistral de Adrien Mérigeau les iba a contar qué me había parecido el Festival Chilemonos.
Pues bien: estoy tremenda y gratamente sorprendida.
Para ser una cuarta versión del Festival, puedo dar fe que el tema de la animación interesa, pues estaba lleno.
Lleno, lleno.
La sala de proyección del evento (en el GAM) era un lujo, y éste comenzó y terminó puntualmente, con audífonos de traducción simultánea para quien quisiera. Todo, bien organizado; impecable.
Adrien resultó ser no sólo talentosísimo, sino simpático, divertido, inspirador.
Como gran artista, además derrochó generosidad, contándonos cientos de secretos y de experiencias propias.
Tengo que agregar además, dos cosas que me encantaron: la cantidad de gente joven (¡¡¡¡¡¡por Dios!!!!!!! ¡¡¡¡¡Creo haber sido la única Canas Verdes de la sala!!!!!) y el hecho de que, al ofrecer 15 minutos para hacer preguntas, estos jóvenes, en su mayoría, se pararon sin miedo y hablaron en inglés.
Esto, hace unas décadas atrás, no pasaba, y me alegra.
Así que, sólo agradecer oportunidades como estas, que nos dejan el alma más liviana y las baterías recargadas.
Y un link al trailer de la película Son of the Sea, que bien vale la pena ver en pantalla grande!
Me alegro muchísimo por tu maravillosa experiencia. Te imagino feliz en aquella sala. Transmites en tu post tantos sentimientos positivos que llegan hasta este lado.
ResponderEliminarAbrazos!!!
Mª José