Hoy les tengo un post que sé que les va a gustar mucho, porque, vamos: es casi gourmet.
Stian Hole (Noruega, 1969) es uno de los ilustradores contemporáneos más innovadores de Escandinavia, y eso se nota con sólo echarle una mirada a su trabajo; uno no sabe bien si está viendo collage, ilustración, fotografía, o de todo un poco, pero mezclado de una manera absolutamente diferente y brillante.
Podría contarles acerca de sus premios y estudios, pero, en cambio, voy a traducirles lo que escribió para Picture Makers, en una entrevista preciosa (es un poco larga, pero bien vale la pena!):
"(El álbum ilustrado es) un espacio que lanza chispas de diálogo entre el cerebro y el corazón, entre el juego y la perseverancia. Es un espacio para la duda, la curiosidad y la fragilidad, porque algo se sabe importante. Entre las memorias y los sueños, la nostalgia y la pregunta. El álbum ilustrado se vuelve un lugar donde las palabras y las imágenes se necesitan mutuamente, donde interactúan, aunque no necesariamente digan lo mismo. (...)
Crear álbumes ilustrados es ver el mundo a través de dos puntos de vista al mismo tiempo: el de un adulto y, simultáneamente, el de un niño.
También puedes ser un niño siendo un adulto. Como Picasso.
Escucha tu corazón. Comprométete con la vulnerabilidad y la duda que encuentres en él. Confía en tus sentimientos y mantén cualquier tendencia a intelectualizar en la orilla. No te detengas a ti mismo.
Crear una historia es tomar una serie de decisiones lógicas y poéticas. (...)
Permanece presente. Permanece alerta. Busca el tipo de concentración que los niños tienen cuando juegan. (...)
Los clichés son tus amigos, pero frecuentemente sirve quitarlos al final del proceso; liberará la historia.
Hazle espacio a la colaboración del lector. Sólo el lector puede traer ideas que representen el aliento de vida que la historia necesita.
Intenta minimizar la distancia. La distancia entre tú mismo y lo que estás creando, pero también la distancia entre la historia y el lector.
¿Hay sentido de esperanza, una semilla en la historia que pueda germinar y crecer por sus propios medios?
Arregla, condensa, redefine y reduce. Usa contrastes para crear giros y un sentido dinámico en la historia - un sentido de progresión y sorpresa.
¿Puedes ver a qué se parece tu libro? Es como una pequeña obra de teatro en que ves una cosa, escuchas otra y entiendes algo completamente diferente. (...)
Cuídate de preguntarle a otros qué piensan de tu trabajo. Sé tu propio lector y confía en ti mismo. No tengas miedo de dudar: puede ser una fuerza de motivación poderosa.
Copia de los mejores. Haz tuyo todo.
Cuídate de hacer otra vez lo que ya sabes hacer.
Levántate temprano y trabaja cada día.
Lee poesía.
Sólo bebe buen café.
Mantén a los editores y al alcohol que sirven a un brazo de distancia: recuerda cómo los indios perdieron su tierra.
Dale a tu mujer un corto resumen, cada día.
Y que no se te olvide acariciar al gato!".