Lo miré por encima y lo escogí porque me gustaron las ilustraciones -eran de un ilustrador cuyos anteriores libros me habían gustado mucho.
Me lo llevé a casa, y esa noche, se lo leí a mi hija.
Por ahí por la cuarta página, en que en el texto prácticamente no pasaba nada, mi hija comenzó a bostezar y preguntar por el otro libro que íbamos a leer.
Como no me gusta dejar las cosas a medias, seguí adelante, hasta el final.
Tampoco pasó nada.
Bonitas ilustraciones, bastante repetitivas, y un texto, entre poético y hermético, que no decía mucho.
Mi hija me miró con cara de pregunta, y yo no supe qué explicarle.
No diré nombres, porque no me gusta, y porque este post es para formular una pregunta o abrir un debate; sólo diré que era un libro que ganó un prestigioso premio en un concurso de literatura infantil.
Y yo me pregunto, ¿cómo gana un concurso un libro que un niño cualquiera no leería? (lo sé, estoy extrapolando mi simple experiencia, lo que no es una medición muy fiable, pero como digo, es simplemente con la intención de ponerse a pensar en el tema).
Y aquí viene mi pregunta de fondo: los concursos.
¿Son los concursos de literatura e ilustración como los desfiles de moda?
Es decir, hacen los autores obras especiales para el concurso, como la ropa de pasarela, que uno no se pondría nunca, pero que en el contexto de un desfile llama la atención e innova?
¿Son las obras más vistosas que comunicativas?
Ustedes, cuando participan en un concurso, ¿mandan obras que efectivamente han hecho para un texto que va a editarse, o aprovechan de hacer cosas inusuales?
¿Cuál es su experiencia?
Lo dejo lanzado: ¡preguntas de moda y concursos!
Y yo me pregunto, ¿cómo gana un concurso un libro que un niño cualquiera no leería? (lo sé, estoy extrapolando mi simple experiencia, lo que no es una medición muy fiable, pero como digo, es simplemente con la intención de ponerse a pensar en el tema).
Y aquí viene mi pregunta de fondo: los concursos.
¿Son los concursos de literatura e ilustración como los desfiles de moda?
Es decir, hacen los autores obras especiales para el concurso, como la ropa de pasarela, que uno no se pondría nunca, pero que en el contexto de un desfile llama la atención e innova?
¿Son las obras más vistosas que comunicativas?
Ustedes, cuando participan en un concurso, ¿mandan obras que efectivamente han hecho para un texto que va a editarse, o aprovechan de hacer cosas inusuales?
¿Cuál es su experiencia?
Lo dejo lanzado: ¡preguntas de moda y concursos!
Me ha parecido muy interesante tu post. No he participado nunca en concursos, la verdad, pero por muy bonitas que sean las ilustraciones, si junto a ellas no hay una buena historia, el conjunto, como bien dices, se desmorona. Los niños son muy buenos críticos al respecto. Cuando compro un libro para ellos, casi me lo leo en la librería. Busco buenas ilustraciones, pero también buenas historias. Si falla uno u otro aspecto, el libro se queda allí :D
ResponderEliminar¿Para qué/quién hacemos lo que hacemos?
ResponderEliminarYo creo que siempre hay que trabajar con sinceridad para vos misma, si cumplís con ese cometido, si a vos te divierte, te emociona, te entretiene, estás siendo sincera/ auténtica, el resto sean niños o jurados, leerá lo mismo...
Chicas? Mil gracias por sus aportes!!!!!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo que plantean. La importancia de una buena historia, por un lado, y buenas ilustraciones, por otro, me parece fundamental.
Trabajar con honestidad, también! Y con ilusión, amor, esfuerzo, etc.
¿Pero es necesario sólo eso?
Lo pregunto porque por mucho que uno ponga lo mejor que sabe o tiene, tal vez el resultado NO sea de calidad.
En un libro hay un destinatario, una futuro lector, por lo tanto, a mi juicio, no basta sólo con la ilusión y la sinceridad de uno.... También hay un otro.
Y qué busca ese otro?
Son los niños nuestros críticos?
O son los padres?
Un abrazo, y gracias por participar!
Joanna