El escalofriante Roland Topor

Vamos a convenir una cosa: la ilustración no siempre es linda o busca serlo.

A veces, la ilustración es una bofetada, o un puñetazo, más bien.

Y pretende justamente eso: despertarnos, sacarnos de la pasividad, movernos.

 

De niña, junto a mi hermana, descubrimos un libro de mi papá que nos llenó de terror e inquietud: las ilustraciones de Roland Topor (Francia, 1938 –1997).

Años más tarde, aún trataba de olvidar sus imágenes, sin conseguirlo.

En realidad, nunca pude, porque con la llegada de la madurez, al igual que mi padre, comencé a ver la evidente calidad y el tremendo sentido que éstas tenían.

 

Roland Topor fue ilustrador, pintor, escritor, director de cine y actor.

Como era polaco y judío, pasó sus primeros años de vida escondido de los nazis, tema que aparecería recurrentemente en todo su trabajo.

 

Su universo es surreal, satírico e incomformista, y no nos da tregua.

Escarba en lo más bajo de la condición humana, y por eso, por poner el dedo en la llaga, ha sido un referente para muchísimos ilustradores de denuncia que lo sucedieron.

Demoledor.