Aprendizajes

Hay una especie de broma en mi familia, y es que no tenemos, por ningún lado, olfato para los negocios (con la honrosa excepción de mi tío Lelo y su hijo, mi primo Tomás).

El gen artístico sí que fue bien repartido en mi familia, pero como he ido aprendiendo con los años, este gen no sirve por sí solo: hay que aprender, tarde o temprano, a vender lo que uno hace, para poder seguir haciéndolo (al menos, profesionalmente hablando).

Por lo mismo, en enero, les conté que había tomado un curso online de marketing, el primero de mi vida.

Lo que más me sorprendió (y preocupó) es que frente a la primera pregunta que se nos hizo (¿Cuál es su producto? ¿Qué vende u ofrece?), recién caí en cuenta que mi proyecto, mi amado blog Canas Verdes, no vendía nada, ni siquiera pretendía vender algo. 

¿Cómo podía, entonces, hacerlo crecer o proyectarlo a futuro? (y por favor, no se preocupen: lo pongo como ejemplo por si a ustedes les pasa algo similar; no es que ahora vaya a empezar a cobrarles por leerlo!!!!!!!!!)

Fue en ese minuto que postulé al Programa de Incubación del Proyecto Trama, que busca ayudar a personas como yo, que tienen un sueño vinculado al arte y que quieren conventirlo en algo sustentable.

Estoy preseleccionada, y cruzo los dedos para pasar la siguiente selección, más que nada, porque estoy segura de que dar este salto, de lo amateur a lo profesional, es algo que como todo en la vida, puede enseñarse y puede ser aprendido (y también, puede difundirse a través de un blog como este!).

Ahora tengo que presentar mi proyecto frente a una comisión examinadora y, para ayudarme, me han enviado este increíble video, que les comparto con mucho gusto.

Nunca se sabe quién más, como yo, necesita un pequeño empujoncito para sacar adelante un sueño!!!!!