Lo he extrañado cada día -y no puedo evitar buscarlo con la mirada cada vez que cruzo la plaza de mi pueblo-; en mi cabeza, sigo conversando con él, o escribiéndole cartas imaginarias.
Por eso he estado silenciosa; me cuesta la fecha, me cuesta creer que ya haya pasado un año.
Pero el mundo continúa, la vida sigue adelante, y como me dice mi hermana, nosotros también debemos seguir.
En su memoria, hoy quiero llenar el blog de imágenes hermosas.
A él le hubiera gustado.
Para ti, Jan, donde quiera que estés; aunque tengo la impresión que es cerca.
Yuko Hosaka (Japón).
Ese sentimiento de orfandad que dejan los seres queridos cuando se van es equiparable a la sombra de su ausencia. Solo sus recuerdos pueden alumbrar el camino que quedó sin señales de orientación.
ResponderEliminarUn gran abrazo!
Mª José