Julio fue, sinceramente, como una locomotora que te pasa por encima.
Así que voy a elegir al maravilloso y querido Jean-Jacques Sempé (Francia, 1932) para empezar agosto.
Sempé es un clásico, un maestro de todos los tiempos, y alguien que me ha acompañado desde que tengo memoria, en casa de mis padres.
Sus historias están llenas de humor, de elegancia, de ternura y de ironía.
Dibuja las ciudades como los grandes, como Quentin Blake; y los personajes como si conociera al detalle todo el barrio.
Me saca una sonrisa, siempre.
Por eso, para entibiar el alma, bienvenido esos días más largos de agosto y Sempé.
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