miércoles, 15 de agosto de 2012

Regalo idea para libro ilustrado de poesía

No sé si alguna vez han intentado hacer funcionar algún aparato eléctrico siguiendo las instrucciones que vienen en un manual cuyo español o inglés ha sido -a todas luces- traducido por algún programa automático directamente del chino.
Es algo para tirarse los pelos y volverse loco (y a veces ni las ilustraciones se entienden!)

Al parecer, es un mal de nuestros tiempos; desde el surgimiento de las cámaras digitales, todos nos creemos fotógrafos profesionales, desde la popularización de los computadores personales, todos somos diseñadores gráficos, y así, suma y sigue...
Así que los traductores no podían ser menos; desde la aparición de los traductores automáticos, todo el mundo cree que puede ahorrarse los servicios de un traductor!

A veces -generalmente a altas horas de la noche- mi marido y yo, cansados del trabajo del día, nos ponemos a navegar y leer cosas que nos interesan, pero en un estado bastante delirante.

Hace un par de semanas estuvimos un par de horas literalmente riéndonos a carcajadas al traducir un blog de una fotógrafa finlandesa que me gusta mucho a través del traductor de Google. Los resultados eran tan surreales, tan hilarantes, que estuvimos tentados de lanzar esa misma noche un proyecto de libro ilustrado a partir de los absurdos -poéticos- que aparecían!
Los invito a probar!

"Sí, ahora se sabía de la vida.
He cambiado lakanatkin.
Y me lavaba la lana, y otros sensibles difícil.
Yo planté ensalada de espinacas y rúcula, aunque yo no les creo más. 
A cargo del gabinete, mesita de noche y el pañuelo de seda. Juegos de sala, pero no puede caber dentro."

Así que ya lo saben: no se puede confiar nunca en las espinacas y la rúcula!



(La ilustración es de la talentosa Cecilia Afonso Esteves)

3 comentarios:

  1. Jaja! Si, es verdad Joanna, no se puede confiar en las espinacas (aunque Popeye no diría eso). Muy bueno, me encanta tu blog.
    María Sol.

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  2. ya sabia yo que se traian algo entre hojas, estas...

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  3. Jajajajja, es cierto!!! Yo ahora miro con más sigilo mi huerto! ;-) Un abrazo!

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