Ya que se acaba la semana, me acompañan a estudiar un poquito de historia?
Vamos a viajar a finales de 1800, a Nueva Orleans.
Ahí nace George Joseph Herriman (Estados Unidos, 1880-1944), hijo mayor de una modesta familia que se vio obligada a migrar a Los Ángeles debido a las leyes racistas que no miraban con buenos ojos su color de piel.
Aunque a su padre le hubiera gustado que su hijo continuara con el oficio de panadero, a los 15 años Herriman comienza a trabajar como asistente gráfico en los periódicos locales.
En esto está, vendiendo sus primeros dibujos, cuando pasan dos cosas que cambiarán para siempre la historia del cómic: en 1892 James Swinnerton crea el primer cómic secuencial (cuesta creerlo, pero entonces, en que ni siquiera el lenguaje cinematográfico estaba consolidado, la idea de que ocurriera algo, en una secuencia de tiempo, era revolucionaria!), y en 1895 Richard Felton Outcault crea Yellow Kid, en donde un personaje usa, por primera vez, un globo de diálogo!
La aparición de este nuevo tipo de historietas produjo un notable incremento en las ventas de periódicos, por lo que los principales propietarios rivalizaban entre sí por contratar a los mejores dibujantes.
Gracias a esta rivalidad, el nuevo arte se desarrolló rápidamente.
Herriman se mudó con su familia a Nueva York y tuvo una abundante producción durante años; pero fue en 1910, con la creación de la tira Krazy Kat, que marcó un hito en su carrera, desarrollando lo que hasta hoy se considera una de las primeras obras maestras del cómic.
Krazy Kat no se parece a nada, con distancia, de lo que se hacía entonces.
La trama es siempre la misma: Krazy Kat está perdidamente enamorad@ del ratón Ignatz (que l@ rechaza tirándole ladrillos), mientras que el perro comisario, que está enamorado de Krazy Kat, intenta encerrar a Ignatz en la cárcel. (El hecho de que no se sepa exactamente de qué sexo es Krazy Kat y esta ambigüedad en los personajes -gatos amando a ratones y perros amando a gatos- ha dado para cientos de interpretaciones... Herriman mismo escribió que Krazy Kat "es como un espíritu, como un elfo, que no tiene sexo".)
La genialidad de Herriman radica principalmente en un humor absurdo y una elegantísima e innovadora estética (a años luz de las convencionales de su época).
¡Un adelantado que ha dejado su huella en las generaciones que le siguieron!
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