Hace algo más de un mes decidí inscribirme en uno de esos sitios web que ofrecen trabajo remoto a profesionales independientes (para evitarme problemas, no diré cuál sitio era, pero hay varios). Paralelamente, le escribí a Jonathan Woodward, de Zero 2 illo, que tiene una estupenda web acerca de cómo convertirse en un ilustrador profesional y le pregunté su opinión acerca de estos sitios.
Después de un mes de prueba, y de haber hecho las 10 ofertas que me permitía el programa gratuito en el que me inscribí (hay otros que ofrecen más cosas y que son de pago), les puedo contar varias cosas:
1- Tardé varias horas en llenar el formulario de inscripción, subir imágenes para llenar el portafolio, completar el CV, etc. Todo era lento y trabajoso, y había mucho que escribir y leer para saber cómo empezar a ofertar y cómo funcionaba el sitio, en general.
2- Estos sitios funcionan de la siguiente manera: una persona en algún lugar del mundo necesita que le hagan un trabajo, escribe una descripción de lo que necesita y un rango de lo que considera justo pagar.
Los profesionales independientes hacen una especie de "subasta": dicen cuánto cobrarían por hacer el trabajo y en cuánto tiempo serían capaces de hacerlo.
El "cliente" se queda con la mejor oferta.
Hasta ahí, todo bien.
El problema es que en estos sitios se entra a competir en un mundo globalizado, que es lo mismo que decir que la competencia es despiadada.
Países en los que no hay leyes laborales y sí muchísima necesidad, los profesionales llegan a subastar su trabajo por cantidades indignas (estoy hablando aquí de horas que valen menos de U$ 2), y proponen plazos imposibles (a menos que trabajara una familia completa, y bien puede ser).
En concreto hice 10 subastas, sin rebajar los precios que manejo normalmente, y no gané ni una sola.
Por otra parte, Jonathan tuvo la enorme gentileza de contestarme y contarme su experiencia.
Él se había inscrito en otro sitio, diferente al mío, pero su opinión era más o menos la misma: trabajos mal pagados, a veces con condiciones muy abusivas (como perder los derechos sobre las ilustraciones o no poder poner tu nombre), descripciones muy vagas de lo que se debía hacer e incluso clientes que empezaban pidiendo una cosa y terminaban pidiendo otra.
"Un tipo muy raro me pidió un trabajo" me contó "y luego resultó que lo único que quería es que le dibujara a Superman en pelotas!".
No estoy en contra de que existan webs de bolsas de trabajo, pero voy a sumarme al consejo de Jonathan: a veces vale más invertir el tiempo en publicitar tu trabajo directamente en empresas o personas que realmente te interesen.
Buena suerte!
Estoy convencido que esto es sólo el prinicipio.
ResponderEliminarMi opinión al respecto queda aqui reflejada
http://eclecticadg.blogspot.com.es/2011/10/subasta-inversa-diseno-grafico.html
Un paso más allá van las webs de crowdsourcing, o no?
Rafael, gracias por tu comentario y tu link. Sí, me he encontrado con otras personas que comentan negativamente otras webs de trabajo globalizado donde se han inscrito, o también webs que promueven "concursos" que en realidad no son otra cosa que un encargo de trabajo disfrazado, con un pago muy por debajo del precio de mercado.
ResponderEliminarEn fin. Corren tiempos duros para los trabajadores del diseño gráfico, no?
Muchas gracias por escribir. Un abrazo, Joanna
Es desalentador leer estas cosas, me da la sensación que cada vez está todo más difícil.
ResponderEliminarSi tener un trabajo "normal" ya cuesta... trabajar en el diseño o la ilustración es una cruzada todavía más complicada... pero no me rendiré tan fácilmente!
Me gusta leer este tipo de blogs por la experiencia y la información que se transmite, experiencia que desearía tener algún día.
Muchas gracias!
Gracias Zero-chan por tu comentario...
EliminarSí, me pasa lo mismo... A veces pienso en buscar algo más fácil, mejor pagado, menos incierto y que ocupe menos horas, pero no PUEDO dejarlo... Me apasiona!
Así que ÁNIMOS (para todos), y mucha perseverancia y suerte!
Espero seguirte viendo por acá!
Un abrazo,
Joanna