Al parecer, el timo en el mundo artístico no es algo ni extraño ni reciente.
En la misma discusión empezaron a aparecer y repetirse nombres de personas que, al parecer, llevan años viviendo del cuento del tío en versión moderna (!!!!!).
La táctica es muy fácil: un supuesto cliente se pone en contacto vía mail y muestra excesivo entusiasmo por adquirir una obra artística (llámese ilustración, pintura, etc.).
A la hora de pagar manda un cheque por el doble de la cantidad acordada, y al ser advertido por el artista, pide que se le deposite la diferencia en una cuenta bancaria.
Por supuesto, el cheque resulta ser falso, y el estafador se queda con dinero y obra (debe haber otras variaciones de este modus operandi, pero básicamente funciona así.)
La parte más triste, en realidad, es que como a los artistas nos cuesta tantísimo comercializar nuestro trabajo, caemos -muy ingenuamente- presos de nuestra propia ilusión.
Así que les copio las recomendaciones que salían en el foro:
1- Desconfiar de negocios que parezcan excesivamente buenos para ser ciertos!
2- Googlear los nombres de la persona de contacto. Es cierto que pueden ser pseudónimos o que estos estafadores pueden cambiarse de nombre o cuenta, pero por lo visto no lo hacen con tanta frecuencia!!!
Hay algunas webs, como Stop Art Scams, que se dedican a recopilar información sobre estafas (y que tienen un buscador de nombres).
Nunca está de más revisarlas, en caso de dudas.
3- Cuando recibas un mail que te haga desconfiar, dile al supuesto cliente que sólo aceptas pagos por PayPal. Si es una estafa, generalmente nunca te responderán.
Los Profesionales, de Varlotta y Lizán
No hay comentarios:
Publicar un comentario