Laboralmente hablando, fue la peor decisión de mi vida.
No sé si alguna vez habrá dinero que pueda pagar la cantidad de horas que pasé trabajando, trasnochando, comiéndome las uñas.
Le hice un hoyo tremendo a nuestra precaria economía familiar (del que aún no logramos recuperarnos), casi hundí nuestro estudio de diseño, tuve el primer lumbago de mi vida, casi me cuesta la relación conyugal y definitivamente perdí la popularidad con varias amigas que simplemente dejaron de invitarme a sus reuniones, supongo que porque al final nunca podía asistir a ninguna.
Si lo pienso fríamente fue un error, por el lado que lo mire.
Sin embargo, qué hace uno cuando por primera vez en 40 años uno tiene la oportunidad de hacer realidad un sueño, alguien cree y apuesta en uno?
Uno sigue pisando sobre seguro y lo deja pasar?
O uno se arriesga y pierde muchísimas cosas importantes, sin estar para nada seguro de poder recuperarlas?
Mi libro, con toda su materialidad, con su éxito o su fracaso potencial, ya está impreso.
Fue lanzado el 5 de junio, en una pequeña librería de Sao Paulo.
Mi amiga Paula me leyó el primer día del año, que la carta del Loco que saqué de su Tarot decía que iba a lanzarme a caminar por el aire, siguiendo una rosa.
Y así es justamente como me siento: aterrada de caerme desde el cielo, maravillada y feliz como un niño por estar volando.