Los carteles ilustrados de Diego Becas

Ya dice el refrán que nadie es profeta en su tierra; y Diego Becas (Chile, 1982) debió ganarse el World illustrator Award 2016 en Londres, hace un poco más de un mes, para empezar a sonar como cartelista en su país, a pesar de tener una larguísima lista de premios y un CV impresionante bajo el brazo.

Diego es diseñador e ilustrador, y se ha especializado en carteles de autor hechos a mano.
Ha sido miembro del jurado de los premios Altazor a las Artes Nacionales, profesor en la Universidad de Chile, colaborador con el premiado estudio de animación polaco SE-MA-FOR, y algunos de sus carteles pertenecen a las colecciones de algunos museos internacionales.

Un verdadero orgullo para un país que pocas veces le hace honor a sus artistas.

Un gato en el sombrero de Sven Nordqvist

Sven Nordqvist (Suecia, 1946) se hizo conocido en los fríos confines del mundo por sus nueve libros de Pettson y Findus, un granjero y su gato que corren un sinfín de aventuras. 

Para que se hagan una idea, los libros vendieron más de 6 millones de copias, y se tradujeron a 44 idiomas (incluso se pueden ver algunas animaciones aquí).

Nordqvist escribió e ilustró otros libros también, y fue miembro de la Academia Sueca de libros Infantiles desde 1991 al 2011.

No tengo colgando calcetines en la cocina de mi casa, pero para ser sincera, el taller de Pettson, con ese gran caos y la máquina de coser, me recuerda el mío!

Makoto Maruyama

Para un remanso de paz, nada como el trabajo de Makoto Maruyama (Japón).

Dulce, inocente, onírico.

Como para escaparse el fin de semana y alojarse en una de sus casitas (y dormir una siesta bajo un árbol!!!!!!!!!!!!!!).

Justo lo que el corazón necesita.

Hibernar con Gemma Capdevila

En otra vida debo haber sido un oso a algún animal que hiberna, seguro.

Porque veo estas ilustraciones de Gemma Capdevila (España) y me dan unas ganas irresistibles de estar en esa cueva, enrollada y calentita, durmiendo al menos un par de días seguidos!

Bueno, con una manta, un buen libro, unas galletas y un termo de café, ya sería la gloria!