Laura Carlin no sabía qué quería ser "cuando grande" hasta que cumplió los 21. Siempre le habían gustado las ilustraciones, y contar historias, pero no fue hasta graduarse del Royal College of Art, de Londres, que comenzó a ilustrar profesionalmente.
También, comenzó a hacer cerámicas, como una manera de desarrollar una nueva habilidad que le permitiera mirar las cosas de una manera diferente y fresca. Y como el trabajo de ilustración no le llagaba regularmente, se volvió otra manera de ganarse la vida.
¿Qué le recomienda Laura a los que están empezando?
Ser algo obsesivos con la carrera, ya que es dura y difícil; tener una ética laboral impecable, y la capacidad de alejarse del trabajo propio y ser honesto al criticarlo.
Juntarse con otros, hablar con otros; no tener demasiadas expectativas con personas muy ocupadas, pero acercarse de manera educada y entusiasta!