Dedicatoria

Queridos, como dijo una vez mi querido vecino Gustavo Roldán, mi papá partió esta semana y ha sido el trago más amargo y difícil de mi vida, ese para cual uno se prepara como puede, pero que de todas formas, llegado el momento, te supera.

No quiero usar este espacio para contar mi personal duelo, pero sí, para agradecerle a este gran hombre todo lo que me dio.

Créanme: sin él, yo nunca hubiera sido lo que soy, y seguramente no estaría escribiendo este blog, porque, como lo he dicho otras veces, fue el responsable de traer el arte a mi vida.
Lo he citado a través de estos años muchas veces (aquí, aquí, aquí, aquí), así que ahora, desde donde espero puedas escucharme, te digo: todas estas palabras, este amor enorme a la ilustración también es tuyo y te lo dedico, papá.

También se los dedico a ustedes, los que me leen: gracias por tantos años de amistad, por las palabras que me han dejado.
Haré mi mejor esfuerzo por seguir entregando mundos hermosos y significativos para todos nosotros.

¡Un gran abrazo!

Las manos de Clare Youngs

Qué lindo cuando uno descubre las ilustraciones de un artista que no conocía, y al entrar en su página, es como si el mundo se abriera en un pop up.

Me pasó con Clare Youngs (Inglaterra), diseñadora gráfica y artesana del papel, los textiles y las manualidades.
Hace 4 años, ella decidió dedicarse a tiempo completo a hacer sus propios libros de manualidades (y ya lleva 9!) y sus talleres. Ha hecho una cantidad enorme de proyectos de todo tipo, de los cuales rescato aquí sólo sus animales de collage, que me fascinan, pero hay mucho más!
Pase y vea!

Inevitable

Queridos míos: he estado ausente, ausente de verdad, de adentro.

Por muchas razones; porque estoy llegando a un punto en que siento que debo hacer cambios fundamentales en mi vida, porque no sé aún cuáles son, porque a veces no me gustan o me asustan, y, más importante que todo lo anterior, porque una persona fundamental para mí está partiendo, y su despedida ha sido larga, inevitable y dolorosa, como lo son las despedidas para siempre.

Estoy en un momento en que no intento consolarme, no intento cambiar nada, sólo dejar que pase y ojalá, poder escucharme en el proceso.
No perderme.
No anesteciarme.

Dejar que la vida y la tristeza sigan su curso, como todo lo que tenga que venir.
Que deje una suerte de sabiduría y de belleza desnuda, el surco que queda en la roca cuando la ola se retira.

 

 

 

Ilustraciones de Alejandro Sanna (Italia, 1975).