Antes que nada, muchísimas gracias a todos los que me han dejado estas semanas comentarios que me dejan una sonrisa en el alma por muchos días!
No he podido contestarle a todos, porque estoy terminando un trabajo y voy un poco pillada de tiempo, pero que sepan que significa muchísimo para mí!
Para terminar la semana vamos con Edward St. John Gorey (Estados Unidos, 1925-2000), excéntrico escritor y artista de culto reconocido por sus originales libros ilustrados en un tono macabro, pero con cierto sentido del humor.
Gorey era un artista incansable: hacía portadas de libros, ilustraba para las mejores revistas de Nueva York, diseñaba vestuario y escenario para obras en Broadway, dibujaba introducciones para series de televisión y escribía y dirigía sus propios espectáculos nocturnos, donde a menudo presentaba sus propias marionetas.
Era excepcionalmente culto en literatura y cine y en sus entrevistas nombraba como alguno de sus artistas favoritos a Jane Austen, Francis Bacon, George Balanchine, Blathus, Louis Feuillade, Ronald Firbank, Lady Murasaki Shikibu, Robert Musil, Yasujiro Ozu, Anthony Trollope y Vermeer.
Después de su muerte, su casa en Cape Cod se convirtió en The Edward Gorey House.
Este año, a 50 años de la publicación La fábrica de vinagre. Tres tomos de enseñanza moral, el museo realiza una exposición especial hasta fin de año donde se mostrarán por primera vez todos los originales de los tres volúmenes (Los pequeños macabros, El ala oeste y El dios de los insectos)
Todos, claro, salvo las imágenes de Kate, Leo y Maud, de Los pequeños macabros, que han desaparecido misteriosamente (no podía ser de otro modo, no?)
Y una pregunta que cae de cajón: a qué no adivinan en qué director de cine (y artista, vamos!) puede encontrarse claramente la influencia de Gorey, su estilo barroco, victoriano, tragicómico?????
¡En Tim Burton, por supuesto!
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